y, tal como José lo había anunciado, comenzaron los siete años de hambre, la cual se extendió por todos los países. Pero a lo largo y a lo ancho del territorio de Egipto había alimento.
no sea que allí, en el país de donde nos sacaste, digan: ‘El Señor no pudo llevarlos a la tierra que les había prometido. Y, como los aborrecía, los sacó para que murieran en el desierto’.
Es verdad que vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.