Detrás de ellas salieron otras siete vacas, feas y flacas. ¡Jamás se habían visto vacas tan raquíticas en toda la tierra de Egipto!
Detrás de ellas salieron otras siete vacas, feas y flacas, que se pararon a orillas del Nilo, junto a las primeras.
De pronto, salieron del río siete vacas gordas y hermosas, y se pusieron a pastar entre los juncos.
Y las siete vacas feas y flacas se comieron a las siete vacas gordas.
»No sacrificarás al Señor tu Dios ninguna oveja ni buey que tenga algún defecto o imperfección, pues eso es abominable para el Señor tu Dios.