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Referencias Cruzadas

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Génesis 41:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Dos años más tarde, el faraón tuvo un sueño: Estaba de pie junto al río Nilo

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21 Referencias Cruzadas  

Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente recado: «No te metas con ese justo, pues, por causa de él, hoy he sufrido mucho en un sueño».

La tierra de Egipto se convertirá en desolación. Entonces sabrán que yo soy el Señor. Tú dijiste: ‘El Nilo es mío, el Nilo es mi creación’.

Adviértele que así dice el Señor omnipotente: »“A ti, Faraón, rey de Egipto, gran monstruo que yaces en el cauce de tus ríos, que dices: ‘El Nilo es mío, el Nilo es mi creación’, ¡te declaro que estoy en tu contra!

Se agotarán las aguas del Nilo; árido y reseco quedará el lecho del río.

Aquella noche el rey no podía dormir, así que mandó que le trajeran las crónicas reales —la historia de su reino— y que se las leyeran.

Esa tierra, de la que vais a tomar posesión, no es como la de Egipto, de donde salisteis; allí vosotros plantabais vuestras semillas y teníais que regarlas como se riega un huerto.

Pero, si no te creen ni te hacen caso después de estas dos señales, toma agua del Nilo y derrámala en el suelo. En cuanto el agua del río toque el suelo, se convertirá en sangre.

El faraón, por su parte, dio esta orden a todo su pueblo: ―¡Tirad al río a todos los niños hebreos que nazcan! A las niñas, dejadlas con vida.

una noche los dos funcionarios, es decir, el copero y el panadero, tuvieron cada uno un sueño, cada sueño con su propio significado.

Jacob se escapó con todo lo que tenía. Una vez que cruzó el río Éufrates, se encaminó hacia la región montañosa de Galaad.

y Labán le dijo: «Realmente, tú eres de mi propia sangre». Jacob había estado ya un mes con Labán

Pero aquella noche Dios se le apareció a Abimélec en sueños y le dijo: ―Puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, porque ella es casada.

Allí soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.

Sin embargo, el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él por completo.

cuando, de pronto, del río salieron siete vacas hermosas y gordas que se pusieron a pastar entre los juncos.




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