Génesis 4:5

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo.

Referencias Cruzadas

Hebreos 11:4

Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía.

Job 5:2

El resentimiento mata a los necios; la envidia mata a los insensatos.

Hechos 13:45

Pero, cuando los judíos vieron a las multitudes, se llenaron de celos y contradecían con maldiciones lo que Pablo decía.

Salmos 20:3

Que se acuerde de todas tus ofrendas; que acepte tus holocaustos. Selah

Mateo 20:15

¿Es que no tengo derecho a hacer lo que quiera con mi dinero? ¿O te da envidia de que yo sea generoso?”

Números 16:15

Entonces Moisés, sumamente enojado, le dijo al Señor: ―No aceptes la ofrenda que te traigan, que yo de ellos no he tomado ni siquiera un asno, ni les he hecho ningún daño.

Génesis 31:5

y les dijo: ―Me he dado cuenta de que vuestro padre ya no me trata como antes. ¡Pero el Dios de mi padre ha estado conmigo!

Génesis 31:2

También notó que Labán ya no lo trataba como antes.

Judas 1:11

¡Ay de los que siguieron el camino de Caín! Por ganar dinero se entregaron al error de Balán y perecieron en la rebelión de Coré.

1 Samuel 16:7

Pero el Señor le dijo a Samuel: ―No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.

Proverbios 29:10

Los asesinos aborrecen a los íntegros, y tratan de matar a los justos.

Isaías 3:9

Su propio descaro los acusa y, como Sodoma, se jactan de su pecado; ¡ni siquiera lo disimulan! ¡Ay de ellos, porque causan su propia desgracia!

Génesis 39:19

Cuando el patrón de José escuchó de labios de su mujer cómo la había tratado el esclavo, se enfureció

Job 15:13

¿Por qué desatas tu enojo contra Dios y das rienda suelta a tu lengua?

Proverbios 19:3

La necedad del hombre le hace perder el rumbo, y para colmo su corazón se irrita contra el Señor.

Eclesiastés 4:4

Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!