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Referencias Cruzadas

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Génesis 27:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Prepárame luego un buen guiso, como a mí me gusta, y tráemelo para que me lo coma. Entonces te bendeciré antes de que muera.

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23 Referencias Cruzadas  

Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro.

―Son los hijos que Dios me ha concedido aquí —le respondió José a su padre. Entonces Israel le dijo: ―Acércalos, por favor, para que les dé mi bendición.

Estas son las doce tribus de Israel, y esto es lo que su padre les dijo cuando impartió a cada una de ellas su bendición.

Entonces su padre le dijo: ―Tráeme lo que has cazado, para que lo coma, y te daré mi bendición. Jacob le sirvió, y su padre comió. También le llevó vino, y su padre lo bebió.

Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo.

Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre de Jesús: «Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición,

Dicho esto, Josué les dio su bendición y los envió a sus hogares.

Entonces Josué bendijo a Caleb y le dio por herencia el territorio de Hebrón.

que cace un animal y se lo traiga para hacerle un guiso como a él le gusta. También le ha prometido que antes de morirse lo va a bendecir, poniendo al Señor como testigo.

Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y haga que salgan de ti numerosas naciones.

También él preparó un guiso, se lo llevó a su padre y le dijo: ―Levántate, padre mío, y come de lo que ha cazado tu hijo. Luego podrás darme tu bendición.

Jacob se acercó y lo besó. Cuando Isaac olió su ropa, lo bendijo con estas palabras: «El olor de mi hijo es como el de un campo bendecido por el Señor.

Así que no lo reconoció, porque sus manos eran velludas como las de Esaú. Ya se disponía a bendecirlo

Y bendijeron a Rebeca con estas palabras: «Hermana nuestra: ¡que seas madre de millares! ¡Que dominen tus descendientes las ciudades de sus enemigos!»

Luego bendijo a Abram con estas palabras: «¡Que el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra, bendiga a Abram!

Como Rebeca había estado escuchando mientras Isaac le hablaba a su hijo Esaú, en cuanto este se fue al campo a cazar un animal para su padre,

Ve al rebaño y tráeme de allí dos de los mejores cabritos, para que yo le prepare a tu padre un guiso como a él le gusta.

Jacob fue a buscar los cabritos, se los llevó a su madre, y ella preparó el guiso tal como le gustaba a su padre.

y le entregó a Jacob el guiso y el pan que había preparado.

―Soy Esaú, tu primogénito —le contestó Jacob—. Ya hice todo lo que me pediste. Ven, por favor, y siéntate a comer de lo que he cazado; así podrás darme tu bendición.




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