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Referencias Cruzadas

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Génesis 22:11

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

pero en ese momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo: ―¡Abraham! ¡Abraham! ―Aquí estoy —respondió.

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21 Referencias Cruzadas  

Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: ―¡Moisés, Moisés! ―Aquí me tienes —respondió.

Cuando Dios oyó al niño sollozar, el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado los sollozos del niño.

Todos caímos al suelo, y yo oí una voz que me decía en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con darte cabezazos contra la pared?”

Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: ―Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Allí, junto a un manantial que está en el camino a la región de Sur, la encontró el ángel del Señor

Entonces el Señor se le acercó y lo llamó de nuevo: ―¡Samuel! ¡Samuel! ―Habla, que tu siervo escucha —respondió Samuel.

y le dijo: ―Como has hecho esto, y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo —afirma el Señor—

―No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño —le dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.

Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: ―¡Abraham! ―Aquí estoy —respondió.

Levántate y tómalo de la mano, que yo haré de él una gran nación».

Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo,

El Señor, el Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mis familiares, y que bajo juramento me prometió dar esta tierra a mis descendientes, enviará su ángel delante de ti para que puedas traer de allí una mujer para mi hijo.

En ese mismo sueño, el ángel de Dios me llamó: “¡Jacob!” Y yo le respondí: “Aquí estoy”.

Esa noche Dios le habló a Israel en una visión: ―¡Jacob! ¡Jacob! ―Aquí estoy —respondió.

el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Que por medio de ellos sea recordado mi nombre y el de mis padres, Abraham e Isaac. Que crezcan y se multipliquen sobre la tierra».

Estando allí, el ángel del Señor se le apareció entre las llamas de una zarza ardiente. Moisés notó que la zarza estaba envuelta en llamas, pero que no se consumía,

Israel le dijo a José: ―Tus hermanos están en Siquén apacentando las ovejas. Quiero que vayas a verlos. ―Está bien —contestó José.

El ángel del Señor subió de Guilgal a Boquín y dijo: «Yo os saqué de Egipto y os hice entrar en la tierra que juré darles a vuestros antepasados. Dije: “Nunca quebrantaré mi pacto con vosotros;

El Señor llamó a Samuel, y este respondió: ―Aquí estoy.

Entonces oí la voz del Señor que decía: ―¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: ―Aquí estoy. ¡Envíame a mí!




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