Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida.
Al anochecer, Abram cayó en un profundo sueño, y lo envolvió una oscuridad aterradora.
Entre inquietantes visiones nocturnas, cuando cae sobre los hombres un sueño profundo,
David mismo tomó la lanza y el jarro de agua que estaban a la cabecera de Saúl, y los dos se marcharon. Nadie los vio, ni se dio cuenta, pues todos estaban dormidos. No se despertaron, pues el Señor los había hecho caer en un sueño profundo.
»Mientras Gabriel me hablaba, yo caí en un sueño profundo, de cara al suelo. Pero él me despertó y me obligó a levantarme,
Algunas veces en sueños, otras veces en visiones nocturnas, cuando caemos en un sopor profundo, o cuando dormitamos en el lecho,
La pereza conduce al sueño profundo; el holgazán pasará hambre.
De hecho, el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre;