Durante siete días os abstendréis de tener levadura en vuestras casas. Todo el que coma algo con levadura, sea extranjero o israelita, será eliminado de la comunidad de Israel.
No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo —afirma el Señor—.
Han vuelto a los mismos pecados de sus antepasados, quienes se negaron a obedecerme. Se han ido tras otros dioses para servirlos. Tanto el pueblo de Israel como la tribu de Judá han quebrantado el pacto que hice con sus antepasados.
Cualquiera que lo coma sufrirá las consecuencias de su pecado por profanar lo que ha sido consagrado al Señor. Tal persona será eliminada de su pueblo.
Durante siete días comeréis pan sin levadura, de modo que debéis retirar de vuestras casas la levadura el primer día. Todo el que coma algo con levadura desde el día primero hasta el séptimo será eliminado de Israel.
―Nosotros no podemos hacer algo así —les explicaron—. Sería una vergüenza para todos nosotros entregarle nuestra hermana a un hombre que no está circuncidado.
»Si alguien deja de celebrar la Pascua no estando impuro ni fuera del país, será eliminado de su pueblo por no haber presentado sus ofrendas al Señor en la fecha establecida. Así que sufrirá las consecuencias de su pecado.
Dejasteis entrar en mi santuario a extranjeros, incircuncisos de corazón y de cuerpo, para que profanaran mi templo. Mientras tanto, vosotros me ofrecíais alimentos, grasa y sangre, violando así mi pacto con vuestras acciones detestables.