Éxodo 3:16

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Y tú, anda y reúne a los ancianos de Israel, y diles: “El Señor y Dios de vuestros antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: ‘Yo he estado pendiente de vosotros. He visto cómo os han maltratado en Egipto.

Referencias Cruzadas

Salmos 8:4

me pregunto: «¿Qué es el hombre, para que pienses en él? ¿Qué es el ser humano, para que lo tengas en cuenta?»

Éxodo 4:31

con lo que el pueblo creyó. Y, al oír que el Señor había estado pendiente de ellos y había visto su aflicción, los israelitas se inclinaron y adoraron al Señor.

Éxodo 4:29

Luego Moisés y Aarón reunieron a todos los ancianos israelitas,

Génesis 50:24

Tiempo después, José dijo a sus hermanos: «Yo estoy a punto de morir, pero sin duda Dios vendrá a ayudaros, y os llevará de este país a la tierra que prometió a Abraham, Isaac y Jacob».

Hechos 15:14

Simón nos ha expuesto cómo Dios desde el principio tuvo a bien escoger de entre los gentiles un pueblo para honra de su nombre.

1 Pedro 5:1

A los ancianos que están entre vosotros, yo, que soy anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe con ellos de la gloria que se ha de revelar, os ruego esto:

1 Pedro 2:12

Mantened entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque os acusen de hacer el mal, ellos observen vuestras buenas obras y glorifiquen a Dios en el día de la salvación.

Hechos 20:17

Desde Mileto, Pablo mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso.

Hechos 11:30

Así lo hicieron, mandando su ofrenda a los ancianos por medio de Bernabé y de Saulo.

Lucas 19:44

Te derribarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas. No dejarán ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte.

Lucas 1:68

«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo.

Mateo 26:3

Se reunieron entonces los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo en el palacio de Caifás, el sumo sacerdote,

Rut 1:6

Noemí decidió regresar de la tierra de Moab con sus dos nueras, porque allí se enteró de que el Señor había acudido en ayuda de su pueblo al proveerle de alimento.

Éxodo 13:19

Moisés se llevó consigo los restos de José, según este se lo había pedido a los israelitas bajo juramento. Estas habían sido las palabras de José: «Podéis contar con que Dios vendrá en vuestra ayuda. Cuando eso suceda, llevaos de aquí mis restos».

Éxodo 4:5

―Esto es para que crean que yo, el Señor y Dios de tus padres, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me he aparecido a ti.

Éxodo 2:25

Fue así como Dios se fijó en los israelitas y los tuvo en cuenta.

Éxodo 24:11

Y a pesar de que estos jefes de los israelitas vieron a Dios, siguieron con vida, pues Dios no alzó su mano contra ellos.

Éxodo 18:12

Dicho esto, Jetro le presentó a Dios un holocausto y otros sacrificios, y Aarón y todos los ancianos de Israel se sentaron a comer con el suegro de Moisés en presencia de Dios.

Éxodo 15:14

Las naciones temblarán al escucharlo; la angustia dominará a los filisteos.

Éxodo 3:2

Estando allí, el ángel del Señor se le apareció entre las llamas de una zarza ardiente. Moisés notó que la zarza estaba envuelta en llamas, pero que no se consumía,

Génesis 21:1

Tal como el Señor lo había dicho, se ocupó de Sara y cumplió con la promesa que le había hecho.

Génesis 1:7

Y así sucedió: Dios hizo el firmamento y separó las aguas que están abajo, de las aguas que están arriba.

Génesis 28:13

En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia os daré la tierra sobre la que estás acostado.

Génesis 48:15

Y los bendijo con estas palabras: «Que el Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abraham e Isaac, el Dios que me ha guiado desde el día en que nací hasta hoy,

Éxodo 3:6

Yo soy el Dios de tu padre. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Al oír esto, Moisés se cubrió el rostro, pues tuvo miedo de mirar a Dios.

Éxodo 4:1

Moisés volvió a preguntar: ―¿Y qué hago si no me creen ni me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: “El Señor no se te ha aparecido”?

Éxodo 17:5

―Adelántate al pueblo —le aconsejó el Señor— y llévate contigo a algunos ancianos de Israel, pero lleva también la vara con que golpeaste el Nilo. Ponte en marcha,

Salmos 33:18

Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor;

Éxodo 1:8

Pero llegó al poder en Egipto otro rey que no había conocido a José,

Salmos 102:21

para proclamar en Sión el nombre del Señor y anunciar en Jerusalén su alabanza,