Indignado porque Jesús había sanado en sábado, el jefe de la sinagoga intervino, dirigiéndose a la gente: ―Hay seis días en que se puede trabajar, así que venid esos días para ser sanados, y no el sábado.
»Seis días trabajarás, pero el día séptimo descansarán tus bueyes y tus asnos, y recobrarán sus fuerzas los esclavos nacidos en casa y los extranjeros.
»Trabajaréis durante seis días, pero el séptimo día es de reposo, es un día de fiesta solemne en mi honor, en el que no haréis ningún trabajo. Dondequiera que viváis, será sábado consagrado al Señor.
Trabajad durante seis días, pero el séptimo día, el sábado, será para vosotros un día de reposo consagrado al Señor. Quien haga algún trabajo en él será condenado a muerte.
»”Durante seis días se podrá trabajar, pero el día séptimo, el sábado, será de reposo consagrado al Señor. »”Quien haga algún trabajo en sábado será condenado a muerte”.
»”Así dice el Señor omnipotente: La puerta oriental del atrio interior permanecerá cerrada durante los días laborables, pero se abrirá los sábados y los días de luna nueva.