Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Éxodo 20:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

»No tengas otros dioses fuera de mí.

Ver Capítulo Copiar

37 Referencias Cruzadas  

»No tengas otros dioses además de mí.

―¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.

No tendrás ningún dios extranjero, ni te inclinarás ante ningún dios extraño.

Recordad las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí.

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

No vayáis tras otros dioses para servirles y adorarlos; no me irritéis con la obra de vuestras manos, y no os haré ningún mal”.

No sigas a esos dioses de los pueblos que te rodean,

Además, no he dejado de enviaros a mis siervos, los profetas, para deciros: ‘Convertíos ya de vuestro mal camino, enmendad vuestras acciones y no sigáis a otros dioses para servirlos; entonces habitaréis en la tierra que yo os he dado a vosotros y a vuestros antepasados’. Pero no me habéis prestado atención; no me habéis hecho caso.

para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.

Me postré a sus pies para adorarle. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía».

No dejéis que os prive de esta realidad ninguno de esos que se ufanan en fingir humildad y adoración de ángeles. Los tales hacen alarde de lo que no han visto; y, envanecidos por su razonamiento humano,

Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Solo piensan en lo terrenal.

Porque podéis estar seguros de que nadie que sea avaro (es decir, idólatra), inmoral o impuro tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios.

Confiad en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna.

¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.

No me ofendáis; no os hagáis dioses de plata o de oro, ni los adoréis.

No tembléis ni os asustéis. ¿Acaso no lo anuncié y profeticé hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay algún Dios fuera de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna”».

«Vosotros sois mis testigos —afirma el Señor—, sois mis siervos escogidos, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que Yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios, ni habrá ninguno después de mí.

¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.

Tributad al Señor la gloria que merece su nombre; postraos ante el Señor en su santuario majestuoso.

Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú, como tus hermanos los profetas y como todos los que cumplen las palabras de este libro. ¡Adora solo a Dios!»

De modo que, en cuanto a comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es absolutamente nada, y que hay un solo Dios.

Demasiado pronto se han apartado del camino que les ordené seguir, pues no solo han fundido oro y se han hecho un ídolo en forma de becerro, sino que se han inclinado ante él, le han ofrecido sacrificios y han declarado: “Israel, ¡aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto!”

No adores a otros dioses, porque el Señor es muy celoso. Su nombre es Dios celoso.

»Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos.

Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, quemáis incienso a Baal, seguís a otros dioses que jamás conocisteis,

«Pero yo soy el Señor tu Dios desde que estabas en Egipto. No conocerás otro Dios fuera de mí, ni otro Salvador que no sea yo.

»Todo el que tenga relaciones sexuales con un animal será condenado a muerte.

»No te inclines ante los dioses de esos pueblos. No les rindas culto ni imites sus prácticas. Más bien, derriba sus ídolos y haz pedazos sus piedras sagradas.

Os dije: “Yo soy el Señor vuestro Dios; no adoréis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra vivís”. Pero vosotros no me obedecisteis».

En efecto, cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres le pervirtieron el corazón de modo que él siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al Señor su Dios como lo había sido su padre David.

Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto. Abre bien la boca, y te la llenaré.

Pero, aun si nuestro Dios no lo hace así, has de saber que no honraremos a tus dioses ni adoraremos tu estatua.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios