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Referencias Cruzadas

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Éxodo 13:9

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Y será para vosotros como una marca distintiva en la mano o en la frente, que os hará recordar que la ley del Señor debe estar en vuestros labios, porque el Señor os sacó de Egipto desplegando su poder.

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38 Referencias Cruzadas  

Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca;

Estos flecos os ayudarán a recordar que debéis cumplir con todos los mandamientos del Señor, y que no debéis prostituiros ni dejaros llevar por los impulsos de vuestro corazón ni por los deseos de vuestros ojos.

Esto será para vosotros como una marca distintiva en la mano o en la frente, de que el Señor nos sacó de Egipto desplegando su poder».

»Este es un día que por ley deberéis conmemorar siempre. Es una fiesta en honor del Señor, y las generaciones futuras deberéis celebrarla.

¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón». Esta es la palabra de fe que predicamos:

»En cuanto a mí —dice el Señor—, este es mi pacto con ellos: Mi Espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tus labios, no se apartarán más de ti, ni de tus hijos ni de sus descendientes, desde ahora y para siempre —dice el Señor—.

»Todo lo hacen para que la gente los vea: Usan filacterias grandes y adornan sus ropas con borlas vistosas;

¡No! La palabra está muy cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón, para que la obedezcas.

Moisés le dijo al pueblo: «Acordaos de este día en que salís de Egipto, país donde habéis sido esclavos y de donde el Señor os saca desplegando su poder. No comáis pan con levadura.

Por eso, en un solo día le sobrevendrán sus plagas: pestilencia, aflicción y hambre. Será consumida por el fuego, porque poderoso es el Señor Dios que la juzga».

Truena la voz del Señor al frente de su ejército; son innumerables sus tropas y poderosos los que ejecutan su palabra. El día del Señor es grande y terrible. ¿Quién lo podrá resistir?

»¡Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor—, que aunque Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, sea un anillo en mi mano derecha, aun de allí lo arrancaré!

¡Despierta, brazo del Señor! ¡Despierta y vístete de fuerza! Despierta, como en los días pasados, como en las generaciones de antaño. ¿No fuiste tú el que despedazó a Rahab, el que traspasó a ese monstruo marino?

Grabada te llevo en las palmas de mis manos; tus muros siempre los tengo presentes.

Mirad, el Señor omnipotente llega con poder, y con su brazo gobierna. Su galardón lo acompaña; su recompensa lo precede.

En aquel día el Señor castigará a Leviatán, la serpiente huidiza, a Leviatán, la serpiente tortuosa. Con su espada violenta, grande y poderosa, matará al Dragón que está en el mar.

Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción.

Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar.

Tu brazo es capaz de grandes proezas; fuerte es tu mano, exaltada tu diestra.

»Ellos son tus siervos y tu pueblo al cual redimiste con gran despliegue de fuerza y poder.

Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando.

Grábame como un sello sobre tu corazón; llévame como una marca sobre tu brazo. Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor.

hasta que una flecha le abre las entrañas; como el ave que se lanza contra la red, sin saber que en ello le va la vida.

Entonces manifestaré mi poder y heriré de muerte a los egipcios con todas las maravillas que realizaré entre ellos. Después de eso, el faraón os dejará ir.

él no os hará caso. Entonces descargaré mi poder sobre Egipto; ¡con grandes actos de justicia sacaré de allí a los escuadrones de mi pueblo, los israelitas!

»El día de mañana, cuando vuestros hijos os pregunten: “¿Y esto qué significa?”, les diréis: “El Señor, desplegando su poder, nos sacó de Egipto, país donde fuimos esclavos.

Con mano poderosa y con brazo extendido; su gran amor perdura para siempre.

Uno dirá: ‘Pertenezco al Señor’; otro llevará el nombre de Jacob, y otro escribirá en su mano: ‘Yo soy del Señor’ y tomará para sí el nombre de Israel”.

Precisamente el día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, todos los escuadrones del Señor salieron de Egipto.

Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran despliegue de fuerza y de poder. Por eso el Señor tu Dios te manda observar el sábado.

le responderás: “En Egipto nosotros éramos esclavos del faraón, pero el Señor nos sacó de allí con gran despliegue de fuerza.

Abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y siguieron a otros dioses —dioses de los pueblos que los rodeaban—, y los adoraron, provocando así la ira del Señor.

Al que sacó de Egipto a Israel; su gran amor perdura para siempre.

»”Señor y Dios nuestro, que con mano poderosa sacaste de Egipto a tu pueblo y te has hecho renombrado, como hoy podemos ver: ¡Hemos pecado; hemos hecho lo malo!




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