Éxodo 11:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

El Señor hizo que los egipcios vieran con buenos ojos a los israelitas. Además, en todo Egipto Moisés mismo era altamente respetado por los funcionarios del faraón y por el pueblo.

Referencias Cruzadas

Éxodo 12:36

El Señor hizo que los egipcios vieran con buenos ojos a los israelitas, así que les dieron todo lo que les pedían. De este modo los israelitas despojaron por completo a los egipcios.

Éxodo 3:21

Pero yo haré que este pueblo se gane la simpatía de los egipcios, de modo que cuando vosotros salgáis de Egipto no os vayáis con las manos vacías.

Apocalipsis 3:9

Voy a hacer que los de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos, pero que en realidad mienten, vayan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.

Isaías 60:14

Ante ti vendrán a inclinarse los hijos de tus opresores; todos los que te desprecian se postrarán a tus pies, y te llamarán “Ciudad del Señor”, “Sión del Santo de Israel”.

Salmos 106:46

Hizo que todos sus opresores también se apiadaran de ellos.

Génesis 39:21

el Señor estaba con él y no dejó de mostrarle su amor. Hizo que se ganara la confianza del guardia de la cárcel,

Hechos 7:22

Así Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en palabra y en obra.

Ester 9:4

Mardoqueo se había convertido en un personaje distinguido dentro del palacio real. Su fama se extendía por todas las provincias, y cada vez se hacía más poderoso.

2 Samuel 7:9

Yo he estado contigo por dondequiera que has ido, y he aniquilado a todos tus enemigos. Y ahora voy a hacerte tan famoso como los más grandes de la tierra.

Deuteronomio 34:11

Solo Moisés hizo todas aquellas señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto ante el faraón, sus funcionarios y todo su país.

Génesis 12:2

»Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición.

Éxodo 12:35

Después, siguiendo las instrucciones que Moisés les había dado, pidieron a los egipcios que les dieran objetos de oro y de plata, y también ropa.

Deuteronomio 34:10

Desde entonces no volvió a surgir en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor tenía trato directo.

Josué 4:14

Aquel mismo día, el Señor engrandeció a Josué ante todo Israel. El pueblo admiró a Josué todos los días de su vida, como había hecho con Moisés.