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Referencias Cruzadas

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Éxodo 10:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón, y le advirtieron: «Así dice el Señor y Dios de los hebreos: “¿Hasta cuándo te opondrás a humillarte en mi presencia? Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.

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28 Referencias Cruzadas  

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo.

Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

«¿Has notado cómo Acab se ha humillado ante mí? Por cuanto se ha humillado, no enviaré esta desgracia mientras él viva, sino que la enviaré a su familia durante el reinado de su hijo».

Tened cuidado de no rechazar al que habla, pues, si no escaparon aquellos que rechazaron al que los amonestaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos amonesta desde el cielo.

¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?

Di al rey y a la reina madre: «¡Humillaos, sentaos en el suelo, que ya no ostentáis sobre vuestra cabeza la corona de gloria!»

Pero ella se rebeló contra mis leyes y decretos, con una perversidad mayor que la de las naciones y territorios vecinos. En otras palabras, rechazó por completo mis leyes y decretos.

Este pueblo malvado, que se niega a obedecerme, que sigue la terquedad de su corazón y va tras otros dioses para servirlos y adorarlos, será como este cinturón, que no sirve para nada.

Los ojos del altivo serán humillados y la arrogancia humana será doblegada. ¡En aquel día solo el Señor será exaltado!

¿Para qué recibir más golpes? ¿Para qué insistir en la rebelión? Toda su cabeza está herida, todo su corazón está enfermo.

Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad.

Como vosotros no me atendisteis cuando os llamé, ni me hicisteis caso cuando os tendí la mano,

«¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguiréis aferrados a vuestra inexperiencia? ¿Hasta cuándo, vosotros los insolentes, os complaceréis en vuestra insolencia? ¿Hasta cuándo, vosotros los necios, aborreceréis el conocimiento?

Por tanto, me retracto de lo que he dicho, y me arrepiento en polvo y ceniza».

‘Como te has conmovido y humillado ante mí al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, y te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el Señor, lo afirmo.

Su oración y la respuesta que recibió, como también todos sus pecados y rebeldías, los sitios donde erigió santuarios paganos y colocó las imágenes de la diosa Aserá y de otros ídolos, lo cual hizo antes de su humillación, todo esto está escrito en las crónicas de Jozay.

Estando en tal aflicción, imploró al Señor, Dios de sus antepasados, y se humilló profundamente ante él.

Elías se presentó ante el pueblo y dijo: ―¿Hasta cuándo vais a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el Señor, debéis seguirlo; pero, si es Baal, seguidle a él. El pueblo no dijo una sola palabra.

―¿Hasta cuándo ha de murmurar contra mí esta perversa comunidad? Ya he escuchado cómo se quejan contra mí los israelitas.

así que el Señor le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo seguiréis desobedeciendo mis leyes y mandamientos?

Tú, sin embargo, sigues enfrentándote a mi pueblo y no quieres dejarlo ir.

si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.

Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo para que me rinda culto, pero tú no has querido dejarlo ir. Por lo tanto, voy a quitarle la vida a tu primogénito”».

Si te niegas a dejarlos ir, mañana mismo traeré langostas sobre tu país.

‘Como te has conmovido y humillado ante el Señor al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, que serían asolados y malditos; y, como te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el Señor, lo afirmo.

»Reclutad contra Babilonia a los arqueros, a todos los que tensan el arco; acampad a su alrededor, y que no escape ninguno. Retribuidle según sus obras, pagadle con la misma moneda. Porque ella ha desafiado al Señor, al Santo de Israel.

»Sin embargo, y a pesar de saber todo esto, tú, hijo de Nabucodonosor, no te has humillado.

Después de eso, Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y le dijeron: ―Así dice el Señor y Dios de Israel: “Deja ir a mi pueblo para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor”.




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