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Referencias Cruzadas

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Ester 3:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Después de estos acontecimientos, el rey Asuero honró a Amán hijo de Hamedata, el descendiente de Agag, ascendiéndolo a un puesto más alto que el de todos los demás funcionarios que estaban con él.

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15 Referencias Cruzadas  

Sus cántaros rebosan de agua; su semilla goza de agua abundante. Su rey es más grande que Agag; su reinado se engrandece.

y tres administradores, uno de los cuales era Daniel. Estos sátrapas eran responsables ante los administradores, a fin de que los intereses del rey no se vieran afectados.

e hizo alarde de su enorme riqueza y de sus muchos hijos, y de cómo el rey lo había honrado en todo sentido ascendiéndolo sobre los funcionarios y demás servidores del rey.

Entonces el rey se quitó el anillo que llevaba su sello y se lo dio a Amán hijo de Hamedata, descendiente de Agag y enemigo de los judíos.

Pero Samuel le dijo: ―Ya que tu espada dejó a tantas mujeres sin hijos, también sin su hijo se quedará tu madre. Y allí en Guilgal, en presencia del Señor, Samuel descuartizó a Agag.

Quedarás a cargo de mi palacio, y todo mi pueblo cumplirá tus órdenes. Solo yo tendré más autoridad que tú, porque soy el rey.

Cuando los justos prosperan, el pueblo se alegra; cuando los impíos gobiernan, el pueblo gime.

aun cuando los malvados sigan merodeando, y la maldad sea exaltada en este mundo.

Luego Ester volvió a interceder ante el rey. Se echó a sus pies y, con lágrimas en los ojos, le suplicó que pusiera fin al malvado plan que Amán el agagueo había maquinado contra los judíos.

―¡El adversario y enemigo es este miserable Amán! —respondió Ester. Amán quedó aterrorizado ante el rey y la reina.

Los más allegados a él eran: Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsená y Memucán, los siete funcionarios de Persia y Media que tenían acceso especial a la presencia del rey y ocupaban los puestos más altos en el reino.

El rey y sus siete consejeros te mandan para investigar la situación de Jerusalén y de Judá, conforme a la ley de tu Dios que se te ha confiado.

A Agag, rey de Amalec, lo capturó vivo, pero a todos los habitantes los mató a filo de espada.

Cuando también en Egipto comenzó a sentirse el hambre, el pueblo clamó al faraón pidiéndole comida. Entonces el faraón le dijo a todo el pueblo de Egipto: «Id a ver a José, y haced lo que él os diga».

al necio se le dan muchos puestos elevados, pero a los capaces se les dan los puestos más bajos.




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