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Referencias Cruzadas

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Daniel 9:18

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Préstanos oído, Dios nuestro; abre los ojos y mira nuestra desolación y la ciudad sobre la cual se invoca tu nombre. Al hacerte estas peticiones, no apelamos a nuestra rectitud, sino a tu gran misericordia.

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24 Referencias Cruzadas  

Presta atención, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira; escucha todas las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para insultar al Dios viviente.

¡A lo mejor su oración llega a la presencia del Señor y cada uno se convierte de su mal camino! ¡Ciertamente son terribles la ira y el furor con que el Señor ha amenazado a este pueblo!»

Desataré calamidades contra la ciudad que lleva mi nombre. ¿Y creéis vosotros que no os voy a castigar? Al contrario, seréis castigados —afirma el Señor Todopoderoso—, porque yo desenvaino la espada contra todos los habitantes de la tierra”.

Presta atención, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira; escucha las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para insultar al Dios viviente.

Y quiero que sepáis que esto no lo hago por consideración a vosotros. Lo afirma el Señor. ¡Oh pueblo de Israel, sentid vergüenza y confusión por vuestra conducta!

Al encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, Señor Dios Todopoderoso.

Aunque nuestras iniquidades nos acusan, tú, Señor, actúas por causa de tu nombre; muchas son nuestras infidelidades; ¡contra ti hemos pecado!

a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros:

Pero ahora, te ruego que me prestes atención. Te pido que no me mandes de vuelta a la casa del cronista Jonatán, no sea que yo muera allí.

¿Por qué te encuentras confundido, como un guerrero impotente para salvar? Señor, tú estás en medio de nosotros, y se nos llama por tu nombre; ¡no nos abandones!

Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas; nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.

¡Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre este templo, el lugar donde decidiste habitar, para que oigas la oración que tu siervo te eleva aquí!

Pero el Señor siguió diciendo: ―Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces, y conozco bien sus penurias.

Ante todo esto, Señor, ¿no vas a hacer nada? ¿Vas a guardar silencio y afligirnos sin medida?

Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante.

»”Tú, Señor, eres justo. Nosotros, en cambio, somos motivo de vergüenza en este día; nosotros, pueblo de Judá, habitantes de Jerusalén y de todo Israel, tanto los que vivimos cerca como los que se hallan lejos, en todos los países por los que nos has dispersado por haberte sido infieles.

»Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, para que yo los bendiga».

Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado;

Trae a todo el que sea llamado por mi nombre, al que yo he creado para mi gloria, al que yo hice y formé”».

»Por eso, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor omnipotente: “Voy a actuar, pero no por vosotros, sino por causa de mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones por donde habéis ido.




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