su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno.
»Tú, hijo de hombre, toma ahora una espada afilada, y úsala como navaja de afeitar para raparte la cabeza y afeitarte la barba. Toma luego una balanza y divide tu cabello cortado.
Pero acerca de ti, Nínive, el Señor ha decretado: «No tendrás más hijos que perpetúen tu nombre; extirparé de la casa de tus dioses las imágenes talladas y los ídolos fundidos. Te voy a preparar una tumba, porque eres una infame».