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Referencias Cruzadas

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Daniel 4:32

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Serás apartado de la gente y vivirás entre los animales salvajes; comerás pasto como el ganado, y siete años transcurrirán hasta que reconozcas que el Altísimo es el Soberano de todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien él quiere».

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22 Referencias Cruzadas  

fue apartado de la gente y recibió la mente de un animal; vivió entre los asnos salvajes y se alimentó con pasto como el ganado; ¡el rocío de la noche empapaba su cuerpo! Todo esto le sucedió hasta que reconoció que el Dios Altísimo es el Soberano de todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien él quiere.

Yo, con mi gran poder y mi brazo poderoso, hice la tierra, y los hombres y los animales que están sobre ella, y puedo dárselos a quien me plazca.

Esto sucedió para que todas las naciones de la tierra supieran que el Señor es poderoso, y para que vosotros aprendierais a temerlo para siempre».

―En cuanto yo salga de la ciudad —le contestó Moisés—, elevaré mis manos en oración al Señor, y cesarán los truenos y dejará de granizar. Así sabrás que la tierra es del Señor.

―Mañana mismo —contestó el faraón. ―Así se hará —respondió Moisés—, y sabrás que no hay dios como el Señor, nuestro Dios.

Ahora, pues, Señor y Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que solo tú, Señor, eres Dios».

Porque esta vez voy a enviar el grueso de mis plagas contra ti, y contra tus funcionarios y tu pueblo, para que sepas que no hay en toda la tierra nadie como yo.

Te daré los tesoros de las tinieblas, y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre.

Oró al Señor, y él escuchó sus súplicas y le permitió regresar a Jerusalén y volver a reinar. Así Manasés reconoció que solo el Señor es Dios.

Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes. A los sabios da sabiduría, y a los inteligentes, discernimiento.

No había terminado de hablar cuando se escuchó una voz que desde el cielo decía: «Este es el decreto en cuanto a ti, rey Nabucodonosor. Tu autoridad real se te ha quitado.

Si de algo se adueñara, ¿quién lo haría desistir? ¿Quién puede cuestionar sus actos?

«Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes.

Nuestro Dios está en los cielos y puede hacer lo que le parezca.

El Señor hace todo lo que quiere en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos sus abismos.

A los ojos de Dios, las naciones son como una gota de agua en un balde, como una mota de polvo en una balanza. El Señor pesa las islas como si fueran polvo fino.

Todas las naciones no son nada en su presencia; no tienen para él valor alguno.




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