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Referencias Cruzadas

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Daniel 4:26

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

La orden de dejar el tocón y las raíces del árbol quiere decir que recibirás nuevamente el reino, cuando hayas reconocido que el verdadero reino es el del cielo.

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13 Referencias Cruzadas  

Pero deja enterrados el tocón y las raíces; sujétalos con hierro y bronce entre la hierba del campo. Deja que se empape con el rocío del cielo, y que habite con los animales y entre las plantas de la tierra.

El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo”.

Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti.

Los discípulos se asombraron al ver esto. ―¿Cómo es que se secó la higuera tan pronto? —preguntaron ellos.

Pero yo os digo: No juréis de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios;

»Tú, rey, veías que del cielo bajaba un mensajero santo, el cual te ordenaba derribar el árbol y destruirlo, y dejarlo enterrado para que se empapara con el rocío del cielo, aunque tenías que sujetar con hierro y bronce el tocón y las raíces. De este modo viviría como los animales salvajes hasta que transcurrieran siete años.

Tú eres rey entre los reyes; el Dios del cielo te ha dado el reino, el poder, la majestad y la gloria.

Al mismo tiempo, les pidió que imploraran la misericordia del Dios del cielo en cuanto a ese sueño misterioso para que ni él ni sus amigos fueran ejecutados con el resto de los sabios babilonios.

Durante la noche, Daniel recibió en una visión la respuesta al misterio. Entonces alabó al Dios del cielo

No había terminado de hablar cuando se escuchó una voz que desde el cielo decía: «Este es el decreto en cuanto a ti, rey Nabucodonosor. Tu autoridad real se te ha quitado.

Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia, y es capaz de humillar a los soberbios.

Pero, cuando su corazón se volvió arrogante y orgulloso, se le arrebató el trono real y se le despojó de su gloria;

fue apartado de la gente y recibió la mente de un animal; vivió entre los asnos salvajes y se alimentó con pasto como el ganado; ¡el rocío de la noche empapaba su cuerpo! Todo esto le sucedió hasta que reconoció que el Dios Altísimo es el Soberano de todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien él quiere.




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