Daniel fue a ver al rey y le pidió tiempo para poder interpretarle su sueño.
Le dijo: «¿Por qué ha emitido el rey un edicto tan violento?» Y, una vez que Arioc le explicó cuál era el problema,
Después volvió a su casa y les contó a sus amigos Ananías, Misael y Azarías cómo se presentaba la situación.
La ira del rey es presagio de muerte, pero el sabio sabe apaciguarla.