Cantares 8:5

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¿Quién es esta que sube por el desierto apoyada sobre el hombro de su amado? Bajo el manzano te desperté; allí te concibió tu madre, allí mismo te dio a luz.

Referencias Cruzadas

Cantares 3:6

¿Qué es eso que sube por el desierto semejante a una columna de humo, entre aromas de mirra e incienso, entre exóticos perfumes?

Isaías 40:3

Una voz proclama: «Preparad en el desierto un camino para el Señor; enderezad en la estepa un sendero para nuestro Dios.

Cantares 2:3

Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los hombres. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto.

Salmos 63:8

Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene.

Miqueas 3:11

Sus gobernantes juzgan por soborno, sus sacerdotes instruyen por paga, y sus profetas predicen por dinero; para colmo, se apoyan en el Señor, diciendo: «¿No está el Señor entre nosotros? ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal!»

Cantares 6:10

¿Quién es esta, admirable como la aurora? ¡Es bella como la luna, radiante como el sol, majestuosa como las estrellas del cielo!

Cantares 3:4

Apenas los he dejado, cuando encuentro al amor de mi vida. Lo abrazo y, sin soltarlo, lo llevo a la casa de mi madre, a la alcoba donde ella me concibió.

1 Pedro 1:21

Por medio de él creéis en Dios, que lo resucitó y glorificó, de modo que vuestra fe y vuestra esperanza están puestas en Dios.

Juan 13:23

Uno de ellos, el discípulo a quien Jesús amaba, estaba a su lado.

Oseas 12:4

Luchó con el ángel, y lo venció; lloró y le rogó que lo favoreciera. Se lo encontró en Betel, y allí habló con él;

Jeremías 2:2

«Ve y proclama a oídos de Jerusalén que así dice el Señor: »“Recuerdo el amor de tu juventud, tu cariño de novia, cuando me seguías por el desierto, por tierras no cultivadas.

Isaías 43:19

¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no os dais cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados.

Cantares 8:1

¡Ah, si fueras mi propio hermano, criado a los pechos de mi madre! Al encontrarte en la calle podría besarte, y nadie me juzgaría mal.

Cantares 3:11

¡Salid, mujeres de Sión! ¡Contemplad al rey Salomón! ¡Lleva puesta la corona que le ciñó su madre el día en que contrajo matrimonio, el día en que se alegró su corazón!

2 Crónicas 32:8

Él se apoya en la fuerza humana, mientras que nosotros contamos con el Señor nuestro Dios, quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas». Al oír las palabras de Ezequías, rey de Judá, el pueblo se tranquilizó.

Apocalipsis 12:6

Y la mujer huyó al desierto, a un lugar que Dios le había preparado para que allí la sustentaran durante mil doscientos sesenta días.

Gálatas 4:19

Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros,

Romanos 7:4

Así mismo, hermanos míos, vosotros moristeis a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin de pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo daremos fruto para Dios.

Isaías 36:6

Mira, tú confías en Egipto, ¡ese bastón de caña astillada, que traspasa la mano y hiere al que se apoya en él! Porque eso es el faraón, el rey de Egipto, para todos los que en él confían.

Cantares 4:8

Desciende del Líbano conmigo, novia mía; desciende del Líbano conmigo. Baja de la cumbre del Amaná, de la cima del Senir y del Hermón. Baja de las guaridas de los leones, de los montes donde habitan los leopardos.

Salmos 63:9

Los que buscan mi muerte serán destruidos; bajarán a las profundidades de la tierra.