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Referencias Cruzadas

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Cantares 4:13

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Tus pechos son un huerto de granadas con frutos exquisitos, con flores de nardo y azahar;

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18 Referencias Cruzadas  

Mi amado es para mí como un ramito de azahar de las viñas de Engadi.

Descendí al huerto de los nogales para admirar los nuevos brotes en el valle, para admirar los retoños de las vides y los granados en flor.

cultivé mis propios huertos y jardines, y en ellos planté toda clase de árboles frutales.

Mientras el rey se halla sentado a la mesa, mi perfume esparce su fragancia.

llenos del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.

En Betania, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Simón, llamado el Leproso, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.

Porque así como la tierra hace que broten los retoños, y el huerto hace que germinen las semillas, así el Señor omnipotente hará que broten la justicia y la alabanza ante todas las naciones.

Entonces todo tu pueblo será justo y poseerá la tierra para siempre. Serán el retoño plantado por mí mismo, la obra maestra que me glorificará.

Tomándote de la mano, te llevaría a la casa de mi madre, y me enseñarías el arte del amor. Te daría a beber vino con especias, y el néctar de mis granadas.

Mi amado ha bajado a su jardín, a los lechos de bálsamo, para retozar en los jardines y recoger azucenas.

con toda clase de árbol resinoso, con nardo y azafrán, con cálamo y canela, con mirra y áloe, y con las más finas especias.

Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos,

Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los hombres. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto.

¡Viento del norte, despierta! ¡Viento del sur, ven acá! Soplad en mi jardín; ¡esparcid vuestra fragancia! Que venga mi amado a su jardín y pruebe sus frutos exquisitos.

No se atropellan entre sí; cada uno marcha en línea. Se lanzan entre las flechas sin romper filas.




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