Cantares 1:6

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

No os fijéis en mi tez morena, ni en que el sol me bronceó la piel. Mis hermanos se enfadaron contra mí, y me obligaron a cuidar las viñas; ¡y mi propia viña descuidé!

Referencias Cruzadas

Salmos 69:8

Soy como un extraño para mis hermanos; soy un extranjero para los hijos de mi madre.

Job 30:30

La piel se me ha quemado, y se me cae; el cuerpo me arde por la fiebre.

Gálatas 4:29

Y así como en aquel tiempo el hijo nacido por decisión humana persiguió al hijo nacido por el Espíritu, así también sucede ahora.

Hechos 14:22

fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían.

Marcos 4:6

pero, cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron.

Mateo 10:25

Basta con que el discípulo sea como su maestro, y el siervo como su amo. Si al jefe de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su familia!

Mateo 10:22

Por causa de mi nombre, todo el mundo os odiará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.

Miqueas 7:6

El hijo ultraja al padre, la hija se rebela contra la madre, la nuera contra la suegra, y los enemigos de cada cual están en su propia casa.

Lamentaciones 4:8

Pero ahora están más sucios que el hollín; en la calle nadie los reconoce. Su piel, reseca como la leña, se les pega a los huesos.

Jeremías 12:6

Aun tus hermanos, los de tu propia familia, te han traicionado y gritan contra ti. Por más que te digan cosas agradables, no confíes en ellos.

Jeremías 8:21

Por la herida de mi pueblo estoy herido; estoy de luto, el terror se apoderó de mí.