Cantar de los cantares de Salomón.
Cantaré en nombre de mi amigo querido una canción dedicada a su viña. Mi amigo querido tenía una viña en una ladera fértil.
Compuso tres mil proverbios y mil cinco canciones.
Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!
Ah, si me besaras con los besos de tu boca… ¡grato en verdad es tu amor, más que el vino!
El Señor, cumpliendo su palabra, le dio sabiduría a Salomón. Hiram y Salomón hicieron un tratado, y hubo paz entre ellos.