Apocalipsis 9:2

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Lo abrió, y del pozo subió una humareda, como la de un horno gigantesco; y la humareda oscureció el sol y el aire.

Referencias Cruzadas

Joel 2:10

Ante este ejército tiembla la tierra y se estremece el cielo, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas dejan de brillar.

Génesis 19:28

Volvió la mirada hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la llanura, y vio que de la tierra subía humo, como de un horno.

Joel 2:2

Día de tinieblas y oscuridad, día de nubes y densos nubarrones. Como la aurora que se extiende sobre los montes, así avanza un pueblo fuerte y numeroso, pueblo como nunca lo hubo en la antigüedad ni lo habrá en las generaciones futuras.

Hechos 2:19

Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y nubes de humo.

Joel 2:30

En el cielo y en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y columnas de humo.

Isaías 14:31

¡Gime y grita, puerta de la ciudad! ¡Ponte a temblar de miedo, toda tú, Filistea! Porque viene del norte una nube de humo, y nadie rompe la formación.

Apocalipsis 14:11

El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen, ni para quien se deje poner la marca de su nombre».

Éxodo 19:18

El monte estaba cubierto de humo, porque el Señor había descendido sobre él en medio de fuego. Era tanto el humo que salía del monte que parecía un horno; todo el monte se sacudía violentamente,

Génesis 15:17

Cuando el sol se puso y cayó la noche, aparecieron una hornilla humeante y una antorcha encendida, las cuales pasaban entre los animales descuartizados.

Apocalipsis 8:12

Tocó el cuarto ángel su trompeta, y fue asolada la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas, de modo que se oscureció la tercera parte de ellos. Así quedó sin luz la tercera parte del día y la tercera parte de la noche.

Apocalipsis 9:17

Así vi en la visión a los caballos y a sus jinetes: Tenían coraza de color rojo encendido, azul violeta y amarillo como azufre. La cabeza de los caballos era como de león, y por la boca echaban fuego, humo y azufre.

Daniel 3:6

Todo el que no se incline ante ella ni la adore será arrojado de inmediato a un horno en llamas».

Apocalipsis 9:1

Tocó el quinto ángel su trompeta, y vi que había caído del cielo a la tierra una estrella, a la cual se le entregó la llave del pozo del abismo.

Apocalipsis 9:11

El rey que los dirigía era el ángel del abismo, que en hebreo se llama Abadón y en griego Apolión.

Apocalipsis 16:10

El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia, y el reino de la bestia quedó sumido en la oscuridad. La gente se mordía la lengua de dolor