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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 8:11

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

La estrella se llama Amargura. Y la tercera parte de las aguas se volvió amarga, y por causa de esas aguas murió mucha gente.

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17 Referencias Cruzadas  

Por tanto, así dice el Señor Todopoderoso contra los profetas: «Haré que coman alimentos amargos y que beban agua envenenada, porque los profetas de Jerusalén han llenado de corrupción todo el país».

Por eso, así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: «A este pueblo le daré a comer ajenjo y a beber agua envenenada.

Aseguraos de que ningún hombre ni mujer, ni clan ni tribu entre vosotros, aparte hoy su corazón del Señor nuestro Dios para ir a adorar a los dioses de esas naciones. Tened cuidado de que ninguno de vosotros sea como una raíz venenosa y amarga.

¿Acaso galopan los caballos por las rocas o se ara en estas con bueyes? Pero vosotros habéis convertido el derecho en veneno, y en amargura el fruto de la justicia.

Vosotros convertís el derecho en amargura y echáis por tierra la justicia.

Recuerda que ando errante y afligido, que estoy saturado de hiel y amargura.

Pero al final resulta más amarga que la hiel y más cortante que una espada de dos filos.

Tocó el primero su trompeta, y fueron arrojados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. Y se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde.

Aseguraos de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos;

Me ha tendido un cerco de amargura y tribulaciones.

―Ya no me llaméis Noemí —repuso ella—. Llamadme Mara, porque el Todopoderoso ha colmado mi vida de amargura.

Llegaron a Mara, lugar que se llama así porque sus aguas son amargas, y no pudieron apagar su sed allí.

Las dos terceras partes del país serán abatidas y perecerán; solo una tercera parte quedará con vida —afirma el Señor—.

Pero a esa parte restante la pasaré por el fuego; la refinaré como se refina la plata, la probaré como se prueba el oro. Entonces ellos me invocarán y yo les responderé. Yo diré: “Ellos son mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.

Así que los cuatro ángeles que habían sido preparados precisamente para esa hora, y ese día, mes y año, quedaron sueltos para matar a la tercera parte de la humanidad.

La tercera parte de la humanidad murió a causa de las tres plagas de fuego, humo y azufre que salían de la boca de los caballos.

Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se plantó delante de ella para devorar a su hijo tan pronto como naciera.




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