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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 22:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente.

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18 Referencias Cruzadas  

Luego miré, y apareció el Cordero. Estaba de pie sobre el monte Sión, en compañía de ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre.

Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.

Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo.

Orará a Dios, y él recibirá su favor; verá su rostro y gritará de alegría, y Dios lo hará volver a su estado de inocencia.

Buscad la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

«¡No hagáis daño ni a la tierra, ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente de los siervos de nuestro Dios!»

Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido.

»Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.

Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.

Tus ojos verán al rey en su esplendor y contemplarán una tierra que se extiende hasta muy lejos.

Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte.

Entonces se revelará la gloria del Señor, y la verá toda la humanidad. El Señor mismo lo ha dicho».

Muchos son los que dicen: «¿Quién puede mostrarnos algún bien?» ¡Haz, Señor, que sobre nosotros brille la luz de tu rostro!

Florecerá y se regocijará: ¡gritará de alegría! Se le dará la gloria del Líbano, y el esplendor del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.

Luego el Señor me habló diciendo:

Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo podré presentarme ante Dios?




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