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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 22:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Ya no habrá maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos le adorarán;

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20 Referencias Cruzadas  

Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”

Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.

Y, si me voy y os lo preparo, vendré para llevaros conmigo. Así estaréis donde yo esté.

Jerusalén volverá a ser habitada, tendrá tranquilidad, y nunca más será destruida.

Habitaré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte.

Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha.

¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión; realmente es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!»

»Después dirá a los que estén a su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

»Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.

“Maldito sea quien no practique fielmente las palabras de esta ley”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

»El perímetro urbano será de nueve mil metros. »Y desde aquel día el nombre de la ciudad será: El Señor está aquí».

Volverán los rescatados del Señor, y entrarán en Sión con cánticos de júbilo; su corona será el gozo eterno. Se llenarán de regocijo y alegría, y se apartarán de ellos el dolor y los gemidos.

Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano.

Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»

Si Dios es glorificado en él, Dios glorificará al Hijo en sí mismo, y lo hará muy pronto.




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