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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 20:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.

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34 Referencias Cruzadas  

Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.

De su presencia brotaba un torrente de fuego. Miles de millares le servían, centenares de miles lo atendían. Al iniciarse el juicio, los libros fueron abiertos.

Pues Dios juzgará toda obra, buena o mala, aun la realizada en secreto.

«¡Mirad que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho.

A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y a cada uno de vosotros os trataré de acuerdo con vuestras obras.

Las naciones se han enfurecido; pero ha llegado tu castigo, el momento de juzgar a los muertos, y de recompensar a tus siervos los profetas, a tus santos y a los que temen tu nombre, sean grandes o pequeños, y de destruir a los que destruyen la tierra».

«Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras».

El que salga vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.

El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho.

Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.

Tengo en Dios la misma esperanza que estos hombres profesan, de que habrá una resurrección de los justos y de los injustos.

que tú, Señor, eres todo amor; que tú pagarás a cada uno según lo que merezcan sus obras.

Págales conforme a sus obras, conforme a sus malas acciones. Págales conforme a las obras de sus manos; ¡dales su merecido!

Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno.

Y del trono salió una voz que decía: «¡Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos, grandes y pequeños, que con reverente temor le sirven!»

Y a ti, mi fiel compañero, te pido que ayudes a estas mujeres que han luchado a mi lado en la obra del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.

Sin embargo, no os alegréis de que podáis someter a los espíritus, sino alegraos de que vuestros nombres están escritos en el cielo.

Pues, aunque digas: «Yo no lo sabía», ¿no habrá de darse cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida, el que paga a cada uno según sus acciones?

A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida, el libro del Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.

Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras».

Tus proyectos son grandiosos, y magníficas tus obras. Tus ojos observan todo lo que hace la humanidad para dar a cada uno lo que merece, según su conducta y los frutos de sus acciones.

La bestia que has visto es la que antes era, pero ya no es, y está a punto de subir del abismo, pero va rumbo a la destrucción. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres, desde la creación del mundo, no han sido escritos en el libro de la vida, se asombrarán al ver a la bestia, porque antes era, pero ya no es, y sin embargo reaparecerá.

Por lo tanto, no juzguéis nada antes de tiempo; esperad hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.

No digas: «Le haré lo mismo que me hizo; le pagaré con la misma moneda».

Que sean borrados del libro de la vida; que no queden inscritos con los justos.

Pero os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras.

Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.




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