Ella dio a luz un hijo varón que «gobernará a todas las naciones con puño de hierro». Pero su hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios, que está en su trono.
De su boca sale una espada afilada, con la que herirá a las naciones. «Las gobernará con puño de hierro». Él mismo exprime uvas en el lagar del furor del castigo que viene de Dios Todopoderoso.
Vuestra iniquidad quedará hecha pedazos, hecha añicos sin piedad, como vasija de barro: ni uno solo de sus pedazos servirá para sacar brasas del fuego ni agua de una cisterna».
»Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
»Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.
y adviérteles que así dice el Señor Todopoderoso: “Voy a hacer pedazos a esta nación y a esta ciudad, como quien hace pedazos un cántaro de alfarero, que ya no se puede reparar; y, a falta de otro lugar, enterrarán a sus muertos en Tofet.
Como ovejas, están destinados al sepulcro; hacia allá los conduce la muerte. Sus cuerpos se pudrirán en el sepulcro, lejos de sus mansiones suntuosas. Por la mañana los justos prevalecerán sobre ellos.