Apocalipsis 18:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Luego oí otra voz del cielo que decía: «Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis cómplices de sus pecados, ni os alcance ninguna de sus plagas;

Referencias Cruzadas

2 Corintios 6:17

«Salid de en medio de ellos y apartaos. No tocad nada impuro, y yo os recibiré».

Jeremías 51:6

»¡Huid de Babilonia! ¡Sálvese quien pueda! No perezcáis por causa de su iniquidad. Porque ha llegado la hora de que el Señor tome venganza; ¡él le dará su merecido!

Jeremías 51:45

»¡Huye de ella, pueblo mío! ¡Sálvese quien pueda de mi ardiente ira!

Isaías 52:11

Vosotros, que transportáis los utensilios del Señor, ¡poneos en marcha, salid de allí! ¡Salid de en medio de ella, purificaos! ¡No toquéis nada impuro!

Jeremías 50:8

»¡Huid de Babilonia; abandonad ese país! Sed como los machos cabríos que guían a las ovejas.

1 Timoteo 5:22

No te apresures a imponerle las manos a nadie, no sea que te hagas cómplice de pecados ajenos. Consérvate puro.

Isaías 48:20

¡Salid de Babilonia! ¡Huid de los caldeos! Anunciad esto con gritos de alegría y hacedlo saber. Publicadlo hasta en los confines de la tierra; decid: «El Señor ha redimido a su siervo Jacob».

Salmos 50:18

Ves a un ladrón, y lo acompañas; con los adúlteros te identificas.

2 Juan 1:11

pues quien le da la bienvenida se hace cómplice de sus malas obras.

Jeremías 51:50

Vosotros, los que escapasteis de la espada, huid sin demora. Invocad al Señor en tierras lejanas, y no dejéis de pensar en Jerusalén».

Mateo 23:30

Y decís: “Si hubiéramos vivido nosotros en los días de nuestros antepasados, no habríamos sido cómplices de ellos para derramar la sangre de los profetas”.

Génesis 19:14

Lot salió para hablar con sus futuros yernos, es decir, con los prometidos de sus hijas. ―¡Apresuraos! —les dijo—. ¡Abandonad la ciudad, porque el Señor está a punto de destruirla! Pero ellos creían que Lot estaba bromeando,

Jeremías 51:9

»“Quisimos curar a Babilonia, pero no pudo ser sanada; abandonémosla, y regrese cada uno a su país, porque llega su condena hasta los cielos; ¡se eleva hasta las nubes!”