Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Abdías 1:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Tu carácter soberbio te ha engañado. Como habitas en las hendiduras de los desfiladeros, en la altura de tu morada, te dices a ti mismo: ¿Quién podrá arrojarme a tierra?

Ver Capítulo Copiar

21 Referencias Cruzadas  

Tú, que habitas en las hendiduras de las rocas; tú, que ocupas las alturas de los montes: fuiste engañado por el terror que infundías y por el orgullo de tu corazón. Aunque pongas tu nido tan alto como el del águila, desde allí te haré caer —afirma el Señor—.

El altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido.

Hemos sabido que Moab es extremadamente orgulloso; hemos sabido de su soberbia, de su orgullo y arrogancia, de su charlatanería sin sentido.

Amasías derrotó a diez mil edomitas en el valle de la Sal; también conquistó la ciudad de Selá y le puso por nombre Joctel, que es como se conoce hasta el día de hoy.

Edom dice: «Aunque nos han hecho pedazos, reconstruiremos sobre las ruinas». Pero el Señor Todopoderoso dice: «Ellos podrán reconstruir, pero yo derribaré. Serán llamados territorio malvado, pueblo contra el cual siempre estará indignado el Señor.

¿Por qué te jactas de tus valles, de tus fértiles valles, hija rebelde, que confías en tus tesoros y dices: “¿Quién me atacará?”?

Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad.

Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso.

El ejército de Judá capturó vivos a otros diez mil. A estos los hicieron subir a la cima de una roca, y desde allí los despeñaron. Todos murieron destrozados.

Armándose de valor, Amasías guio al ejército hasta el valle de la Sal, donde mató a diez mil hombres de Seír.

Aunque su orgullo llegue hasta los cielos y alcance a tocar con la cabeza las nubes,

¡Yo estoy contra ti, Jerusalén, reina del valle, roca de la llanura! —afirma el Señor—. Vosotros decís: ‘¿Quién podrá venir contra nosotros? ¿Quién podrá entrar en nuestros refugios?’

»Así dice el Señor: “No os hagáis ilusiones creyendo que los babilonios se van a retirar. ¡Os equivocáis! No se van a retirar.

Habitantes de Moab, ¡abandonad las ciudades y vivid entre las rocas! Sed como las palomas que anidan al borde de los precipicios.

Fue así como Esaú, o sea, Edom, se asentó en la región montañosa de Seír.

Por la abundancia de tu comercio, te llenaste de violencia, y pecaste. Por eso te expulsé del monte de Dios, como a un objeto profano. A ti, querubín protector, te borré de entre las piedras de fuego.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios