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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 7:22

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

»¡Qué grande eres, Señor omnipotente! Nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios.

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33 Referencias Cruzadas  

Porque tú eres grande y haces maravillas; ¡solo tú eres Dios!

No hay, Señor, entre los dioses otro como tú, ni hay obras semejantes a las tuyas.

¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.

¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar.

Porque el Señor es grande, y digno de toda alabanza; ¡más temible que todos los dioses!

Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay ningún Dios. Aunque tú no me conoces, te fortaleceré,

“Tú, Señor y Dios, has comenzado a mostrarle a tu siervo tu grandeza y tu poder; pues ¿qué dios hay en el cielo o en la tierra capaz de hacer las obras y los prodigios que tú realizas?

»Nadie es santo como el Señor; no hay roca como nuestro Dios. ¡No hay nadie como él!

¿Quién como tú, Señor Dios Todopoderoso, rodeado de poder y de fidelidad?

¿Quién en los cielos es comparable al Señor? ¿Quién como él entre los seres celestiales?

¡Grande es el Señor y digno de alabanza, más temible que todos los dioses!

»A ti se te ha mostrado todo esto para que sepas que el Señor es Dios, y que no hay otro fuera de él.

¿Con quién compararéis a Dios? ¿Con qué imagen lo representaréis?

Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza en la ciudad de nuestro Dios. Su monte santo,

Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza es insondable.

Yo sé que el Señor, nuestro Soberano, es más grande que todos los dioses.

Oh Dios, nuestros oídos han oído y nuestros padres nos han contado las proezas que realizaste en sus días, en aquellos tiempos pasados:

»Por eso, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor omnipotente: “Voy a actuar, pero no por vosotros, sino por causa de mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones por donde habéis ido.

»Volved a mí y sed salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay ningún otro.

Porque así dice el Señor, el que creó los cielos; el Dios que formó la tierra, que la hizo y la estableció; que no la creó para dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada: «Yo soy el Señor, y no hay ningún otro.

«¿Con quién, entonces, me compararéis? ¿Quién es como yo?», dice el Santo.

»Voy a edificar un templo majestuoso, pues nuestro Dios es el más grande de todos los dioses.

»”¡Ved ahora que yo soy único! No hay otro Dios fuera de mí. Yo doy la muerte y devuelvo la vida, causo heridas y doy sanidad. Nadie puede librarse de mi poder.

Y quiero que sepáis que esto no lo hago por consideración a vosotros. Lo afirma el Señor. ¡Oh pueblo de Israel, sentid vergüenza y confusión por vuestra conducta!

Lo hice para que puedas contarles a tus hijos y a tus nietos la dureza con que traté a los egipcios, y las señales que realicé entre ellos. Así sabréis que yo soy el Señor».

―Mañana mismo —contestó el faraón. ―Así se hará —respondió Moisés—, y sabrás que no hay dios como el Señor, nuestro Dios.

Porque esta vez voy a enviar el grueso de mis plagas contra ti, y contra tus funcionarios y tu pueblo, para que sepas que no hay en toda la tierra nadie como yo.

y dijo: «Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra, pues tú cumples tu pacto de amor con quienes te sirven y te siguen de todo corazón.

Tal es el sentido del sueño donde la roca se desprendía de una montaña; roca que, sin la intervención de nadie, hizo añicos al hierro, al bronce, al barro, a la plata y al oro. El gran Dios te ha mostrado, rey, lo que tendrá lugar en el futuro. El sueño es verdadero, y esta interpretación, digna de confianza».

Aarón extendió su brazo sobre las aguas de Egipto, y las ranas llegaron a cubrir todo el país.

»Reconoce y considera seriamente hoy que el Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro.

¿Pues quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?




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