Entonces el rey compuso este lamento por Abner: «¿Por qué tenía que morir Abner como mueren los canallas?
Jeremías compuso un lamento por la muerte de Josías; además, hasta este día todos los cantores y las cantoras aluden a Josías en sus cantos fúnebres. Estos cantos, que se han hecho populares en Israel, forman parte de las Lamentaciones.
David compuso este lamento en honor de Saúl y de su hijo Jonatán.
El que acapara riquezas injustas es perdiz que empolla huevos ajenos. En la mitad de la vida las perderá, y al final no será más que un insensato.
La boca del necio es su perdición; sus labios son para él una trampa mortal.
¡No tenías atadas las manos ni te habían encadenado los pies! ¡Caíste como el que cae en manos de criminales!» Y el pueblo lloró aún más.
»Este es el lamento que las ciudades de las naciones entonarán sobre Egipto y toda su multitud. Lo afirma el Señor omnipotente».