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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 3:29

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¡Los responsables de su muerte son Joab y toda su familia! ¡Que nunca falte en la familia de Joab alguien que sufra de hemorragia o de lepra, o que sea cojo, o que muera violentamente, o que pase hambre!»

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18 Referencias Cruzadas  

David, por su parte, dijo: ―¡Que tu sangre caiga sobre tu cabeza! Tu boca misma te condena al admitir que mataste al ungido del Señor.

ellos derramaron la sangre de santos y de profetas, y tú les has dado a beber sangre, como se merecen».

Al ver la serpiente colgada de la mano de Pablo, los isleños se pusieron a comentar entre sí: «Sin duda este hombre es un asesino, pues, aunque se salvó del mar, la justicia divina no va a consentir que siga con vida».

Ahora la lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tus descendientes, para siempre. No bien había salido Guiezi de la presencia de Eliseo cuando ya estaba blanco como la nieve por causa de la lepra.

Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era un hombre de mucho prestigio y gozaba del favor de su rey porque, por medio de él, el Señor le había dado victorias a su país. Era un soldado valiente, pero estaba enfermo de lepra.

Esto sucedió a fin de que la violencia contra los setenta hijos de Yerubaal, y el derramamiento de su sangre, recayera sobre su hermano Abimélec, que los había matado, y sobre los señores de Siquén, que habían sido sus cómplices en ese crimen.

que les dijeran a los israelitas: «Si algún hombre tiene un derrame seminal, tal derrame es impuro,

Luego, todos los ancianos del pueblo más cercano al muerto se lavarán las manos sobre la becerra desnucada,

Algún tiempo después, David se enteró de esto y declaró: «Hago constar ante el Señor que mi reino y yo somos totalmente inocentes de la muerte de Abner hijo de Ner.

El Señor te está dando tu merecido por haber masacrado a la familia de Saúl para reinar en su lugar. Por eso el Señor le ha entregado el reino a tu hijo Absalón. Has caído en desgracia, porque eres un asesino.

el agresor deberá indemnizar al herido por daños y perjuicios. Sin embargo, quedará libre de culpa si el herido se levanta y puede caminar por sí mismo o con la ayuda de un bastón.

»No profanes la tierra que habitas. El derramamiento de sangre contamina la tierra, y solo con la sangre de aquel que la derramó es posible hacer expiación en favor de la tierra.

¡Alabaré al Señor por su justicia! ¡Al nombre del Señor altísimo cantaré salmos!




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