Durante el reinado de Salomón, todos los habitantes de Judá y de Israel, desde Dan hasta Berseba, vivieron seguros bajo su propia parra y su propia higuera.
Entonces el rey les ordenó a Joab y a los capitanes del ejército que lo acompañaban: ―Id por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, y haced un censo militar, para que yo sepa cuántos pueden servir en el ejército.
»El plan que yo propongo es el siguiente: Convoca a todos los israelitas que hay, desde Dan hasta Berseba. Son tan numerosos como la arena a la orilla del mar, y tú mismo debes dirigirlos en la batalla.
Allí Abner le propuso a David: «Permíteme, mi señor, convocar a todo Israel para que haga un pacto contigo, y así tu reino se extenderá a tu gusto». Con esto, David despidió a Abner, y este se fue tranquilo.