Me enredaron los lazos del sepulcro, y me encontré ante las trampas de la muerte.
Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción.
Sin embargo, Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque era imposible que la muerte lo mantuviera bajo su dominio.
Dijo: «En mi angustia clamé al Señor, y él me respondió. Desde las entrañas del sepulcro pedí auxilio, y tú escuchaste mi clamor.
El temor del Señor es fuente de vida, y aleja al hombre de las redes de la muerte.
La enseñanza de los sabios es fuente de vida, y libera de los lazos de la muerte.
Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan.
Esos engreídos me han tendido una trampa; han puesto los lazos de su red, han tendido trampas a mi paso. Selah
Pero, si son encadenados, si la aflicción los domina,
»Ahora bien, cuando veáis Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed que su desolación ya está cerca.