2 Samuel 22:29

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Tú, Señor, eres mi lámpara; tú, Señor, iluminas mis tinieblas.

Referencias Cruzadas

Salmos 27:1

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?

Juan 8:12

Una vez más, Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Apocalipsis 21:23

La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

Job 29:3

Su lámpara alumbraba sobre mi cabeza, y por su luz podía andar entre tinieblas.

Juan 12:46

Yo soy la luz que ha venido al mundo, para que todo el que crea en mí no viva en tinieblas.

Miqueas 7:9

He pecado contra el Señor, así que soportaré su furia hasta que él juzgue mi causa y me haga justicia. Entonces me sacará a la luz y gozaré de su salvación.

Salmos 112:4

Para los justos, la luz brilla en las tinieblas. ¡Dios es clemente, compasivo y justo!

Isaías 50:10

¿Quién de entre vosotros teme al Señor y obedece la voz de su siervo? Aunque camine en la oscuridad, y sin un rayo de luz, que confíe en el nombre del Señor y dependa de su Dios.

Salmos 97:11

La luz se esparce sobre los justos, y la alegría sobre los rectos de corazón.

Salmos 84:11

El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha.

Salmos 18:28

Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida; tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas.

Salmos 4:6

Muchos son los que dicen: «¿Quién puede mostrarnos algún bien?» ¡Haz, Señor, que sobre nosotros brille la luz de tu rostro!

2 Samuel 21:17

Sin embargo, Abisay hijo de Sarvia fue en su ayuda e hirió al filisteo y lo mató. Allí los soldados de David le hicieron este juramento: «Nunca más saldrás con nosotros a la batalla, no sea que alguien te mate y se apague la lámpara de Israel».

Malaquías 4:2

Pero para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y saldréis saltando como becerros recién alimentados.

1 Reyes 11:36

Pero a su hijo le dejaré una sola tribu, para que en Jerusalén, la ciudad donde decidí habitar, la lámpara de mi siervo David se mantenga siempre encendida delante de mí.