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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 19:24

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

También Mefiboset, el nieto de Saúl, salió a recibir al rey. No se había lavado los pies ni la ropa, ni se había recortado el bigote, desde el día en que el rey tuvo que irse hasta que regresó sano y salvo.

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12 Referencias Cruzadas  

Acordaos de los presos, como si vosotros fuerais sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fuerais vosotros mismos los que sufrís.

Alegraos con los que están alegres; llorad con los que lloran.

»Cuando ayunéis, no pongáis cara triste como hacen los hipócritas, que demudan sus rostros para mostrar que están ayunando. Os aseguro que estos ya han obtenido toda su recompensa.

llegaron de Siquén, Siló y Samaria ochenta hombres con la barba afeitada, la ropa rasgada y el cuerpo lleno de cortaduras que ellos mismos se habían hecho. Traían ofrendas de cereales, e incienso, para presentarlas en la casa del Señor.

Acuden los de Dibón al templo, a sus altares paganos, para llorar. Moab está gimiendo por Nebo y por Medeba. Rapadas están todas las cabezas, y afeitadas todas las barbas.

Entonces el rey le preguntó: ―¿Dónde está el nieto de tu amo? ―Se quedó en Jerusalén —respondió Siba—. Él se imagina que ahora la nación de Israel le va a devolver el reino de su abuelo.

David, por su parte, subió al monte de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todos los que lo acompañaban se cubrieron la cabeza y subieron llorando.

y el Señor le dijo: ―Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que laven sus ropas

―Yo estoy para servirte. Haré todo lo que me mandes —respondió Siba. A partir de ese día Mefiboset se sentó a la mesa de David como uno más de los hijos del rey.

Entonces David se levantó del suelo y en seguida se bañó y se perfumó; luego se vistió y fue a la casa del Señor para adorar. Después regresó al palacio, pidió que le sirvieran alimentos, y comió.

»También encárgate de Simí hijo de Guerá, ese benjaminita de Bajurín que me lanzó terribles maldiciones cuando me dirigía a Majanayin. Es cierto que, cuando fue al Jordán a recibirme, le juré por el Señor que no lo condenaría a muerte.




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