Ya debe de estar escondido en alguna cueva o en otro lugar. Si él ataca primero, cualquiera que se entere dirá: “Ha habido una matanza entre las tropas de Absalón”.
Por el camino, llegó a un redil de ovejas; y, como había una cueva en el lugar, entró allí para hacer sus necesidades. David estaba escondido en el fondo de la cueva, con sus hombres,
El ejército israelita sufrió treinta y seis bajas, y fue perseguido desde la puerta de la ciudad hasta las canteras. Allí, en una pendiente, fueron vencidos. Como resultado, todo el pueblo se acobardó y se llenó de miedo.
Tú conoces bien a tu padre David y a sus soldados: son valientes, y deben de estar furiosos como una osa salvaje a la que le han robado su cría. Además, tu padre tiene mucha experiencia como hombre de guerra y no ha de pasar la noche con las tropas.
Entonces aun los soldados más valientes, que son tan bravos como un león, se van a acobardar, pues todos los israelitas saben que David, tu padre, es un gran soldado y cuenta con hombres muy valientes.
El rey Asá había hecho una fosa para defenderse de Basá, rey de Israel, y en esa fosa fue donde Ismael arrojó los cadáveres de los hombres que había matado, junto con Guedalías, llenándola de cadáveres.