2 Samuel 12:31

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Expulsó de allí a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, trillos y hachas, y también los forzó a trabajar en los hornos de ladrillos. Lo mismo hizo con todos los pueblos amonitas, después de lo cual regresó a Jerusalén con todas sus tropas.

Referencias Cruzadas

1 Crónicas 20:3

Expulsó de allí a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, rastrillos y hachas. Lo mismo hizo con todos los pueblos de los amonitas, después de lo cual regresó a Jerusalén con todas sus tropas.

Amós 1:3

Así dice el Señor: «Porque los delitos de Damasco han llegado a su colmo, no revocaré su castigo. Porque trillaron a Galaad con trillos de hierro,

2 Samuel 8:2

También derrotó a los moabitas, a quienes obligó a tenderse en el suelo y midió con un cordel; a los que cabían a lo largo de dos medidas los condenó a muerte, pero dejó con vida a los que quedaban dentro de la medida siguiente. Fue así como los moabitas pasaron a ser vasallos tributarios de David.

Hebreos 11:37

Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados.

1 Crónicas 20:2

Al rey de los amonitas David le quitó la corona de oro que tenía puesta, la cual pesaba treinta y tres kilos y estaba adornada con piedras preciosas. Luego se la pusieron a David. Además, David saqueó la ciudad y se llevó un botín inmenso.

Jeremías 43:9

«Toma en tus manos unas piedras grandes y, a la vista de los judíos, entiérralas con argamasa en el pavimento, frente a la entrada del palacio del faraón en Tafnes.

Josué 10:15

Luego, Josué regresó a Guilgal con todo el ejército israelita.

Amós 1:13

Así dice el Señor: «Los delitos de Amón han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Porque, a fin de extender sus fronteras, a las mujeres encintas de la región de Galaad les abrieron el vientre,

Amós 1:14

yo prenderé fuego a los muros de Rabá, que consumirá sus fortalezas entre gritos de guerra en el día de la batalla, y en el rugir de la tormenta en un día de tempestad.