»¡Cómo han caído los valientes en batalla! Jonatán yace muerto en tus alturas.
«¡Ay, Israel! Tus héroes yacen heridos en las alturas de tus montes. ¡Cómo han caído los valientes!
»¡Cómo han caído los valientes! ¡Las armas de guerra han perecido!»
Nuestra cabeza se ha quedado sin corona. ¡Ay de nosotros; hemos pecado!
El pueblo de Zabulón arriesgó la vida hasta la muerte misma, a ejemplo de Neftalí en las alturas del campo.
»¡Ay, mujeres de Israel! Llorad por Saúl, que os vestía con lujosa seda carmesí y os adornaba con joyas de oro.