Si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado solo a mí; hasta cierto punto —y lo digo para no exagerar— se la ha causado a todos vosotros.
Yo por mi parte confío en el Señor que no pensaréis de otra manera. El que os está perturbando será castigado, sea quien sea.
Hermanos, yo me he identificado con vosotros. Os suplico que ahora os identifiquéis conmigo. No es que me hayáis ofendido en algo.
El hijo necio irrita a su padre, y causa amargura a su madre.
Una mujer cananea de las inmediaciones salió a su encuentro, gritando: ―¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija sufre terriblemente por estar endemoniada.