pero el Señor le dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos.
Ahora, sin embargo, vosotros habéis rechazado a vuestro Dios, quien os libra de todas las calamidades y aflicciones. Habéis dicho: “¡No! ¡Danos un rey que nos gobierne!” Por tanto, presentaos ahora ante el Señor por tribus y por familias».
Y añadió Moisés: ―Esta tarde el Señor os dará a comer carne, y mañana os saciará de pan, pues ya os oyó murmurar contra él. Porque ¿quiénes somos nosotros? ¡Vosotros no estáis murmurando contra nosotros, sino contra el Señor!
Pues yo también escogeré aflicciones para ellos y enviaré sobre ellos lo que tanto temen. Porque nadie respondió cuando llamé; cuando hablé, nadie escuchó. Más bien, hicieron lo que me ofende y optaron por lo que no me agrada».
Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros dioses.
»No obstante, cuando visteis que Najás, rey de los amonitas, os amenazaba, me dijisteis: “¡No! ¡Queremos que nos gobierne un rey!” Y esto, a pesar de que el Señor vuestro Dios es vuestro rey.
que cada siete años liberaran a todo esclavo hebreo que se hubiera vendido a sí mismo a ellos. Después de haber servido como esclavo durante seis años, debía ser liberado. Pero vuestros antepasados no me obedecieron ni me hicieron caso.
Me dijo: «Hijo de hombre, te voy a enviar a los israelitas. Es una nación rebelde que se ha sublevado contra mí. Ellos y sus antepasados se han rebelado contra mí hasta el día de hoy.