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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 7:6

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Cuando los israelitas se reunieron en Mizpa, sacaron agua y la derramaron ante el Señor. También ayunaron durante el día, y públicamente confesaron: «Hemos pecado contra el Señor». Fue en Mizpa donde Samuel comenzó a gobernar a los israelitas.

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47 Referencias Cruzadas  

Así como el agua que se derrama en tierra no se puede recoger, así también todos tenemos que morir. Pero Dios no nos arrebata la vida, sino que provee los medios para que el desterrado no siga separado de él para siempre.

―No, mi señor; no he bebido ni vino ni cerveza. Soy solo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor.

Entonces los israelitas clamaron al Señor: ―¡Hemos pecado contra ti, al abandonar a nuestro Dios y adorar a los ídolos de Baal!

«Ahora bien —afirma el Señor—, volveos a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos».

¡Ojalá mi cabeza fuera un manantial, y mis ojos una fuente de lágrimas, para llorar de día y de noche por los muertos de mi pueblo!

Hemos pecado, lo mismo que nuestros padres; hemos hecho lo malo y actuado con iniquidad.

Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante él. ¡Dios es nuestro refugio! Selah

Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti.

Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, porque tu ley no se obedece.

si en el destierro, en el país de los vencedores, se arrepienten y se vuelven a ti, y oran a ti diciendo: “Somos culpables, hemos pecado, hemos hecho lo malo”,

»¡Júzgalos tú, hijo de hombre; júzgalos tú! Hazles ver las repugnantes prácticas de sus antepasados.

Se inundarán de lágrimas mis ojos, sin cesar y sin consuelo,

El llanto me consume los ojos; siento una profunda agonía. Estoy con el ánimo por los suelos porque mi pueblo ha sido destruido. Niños e infantes desfallecen por las calles de la ciudad.

Yo me aparté, pero me arrepentí; al comprenderlo me di golpes de pecho. Me siento avergonzado y humillado porque cargo con el oprobio de mi juventud”.

Mis lágrimas son mi pan de día y de noche, mientras me echan en cara a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?»

Cansado estoy de sollozar; toda la noche inundo de lágrimas mi cama, ¡mi lecho empapo con mi llanto!

Por tanto, me retracto de lo que he dicho, y me arrepiento en polvo y ceniza».

«¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno? ¡Me tapo la boca con la mano!

El hombre reconocerá públicamente: “He pecado, he pervertido la justicia, pero no recibí mi merecido.

Mi intercesor es mi amigo, y ante él me deshago en lágrimas

Por eso los entregaste a sus enemigos, y estos los oprimieron. En tiempo de angustia clamaron a ti, y desde el cielo los escuchaste; por tu inmensa compasión les enviaste salvadores para que los liberaran de sus enemigos.

Atemorizado, Josafat decidió consultar al Señor y proclamó un ayuno en todo Judá.

El Espíritu del Señor vino sobre Otoniel, y así Otoniel se convirtió en caudillo de Israel y salió a la guerra. El Señor entregó a Cusán Risatayin, rey de Aram, en manos de Otoniel, quien prevaleció sobre él.

»Pero, si confiesan su maldad y la maldad de sus padres, y su traición y constante rebeldía contra mí,

y también se le llamó Mizpa, porque Labán juró: ―Que el Señor nos vigile cuando ya estemos lejos el uno del otro.

»Este será para vosotros un estatuto perpetuo, tanto para el nativo como para el extranjero: El día diez del mes séptimo ayunaréis y no realizaréis ningún tipo de trabajo.

Samuel siguió gobernando a Israel toda su vida.

En el mes noveno del año quinto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, todo el pueblo de Jerusalén y todos los que habían venido de las otras ciudades de Judá fueron convocados a ayunar en honor del Señor.

Cuando el ángel del Señor les habló así a todos los israelitas, el pueblo lloró a gritos.

Pero los israelitas le contestaron al Señor: ―Hemos pecado. Haz con nosotros lo que mejor te parezca, pero te rogamos que nos salves en este día.

pues habían subido a llorar en presencia del Señor hasta el anochecer, y le habían consultado: ―¿Debemos subir y volver a luchar contra los de Benjamín, nuestros hermanos? Y el Señor les había contestado: ―Subid contra ellos.

Entonces los israelitas, con todo el pueblo, subieron a Betel, y allí se sentaron y lloraron en presencia del Señor. Ayunaron aquel día hasta el anochecer y presentaron al Señor holocaustos y sacrificios de comunión.

Después de esto, Samuel convocó al pueblo de Israel para que se presentara ante el Señor en Mizpa.

Por eso vosotros clamasteis al Señor: “Hemos pecado al abandonar al Señor y adorar a los ídolos de Baal y a las imágenes de Astarté. Pero ahora, si nos libras del poder de nuestros enemigos, solo a ti te serviremos”.

Entonces los tres valientes se metieron en el campamento filisteo, sacaron agua del pozo de Belén, y se la llevaron a David. Pero David no quiso beberla, sino que derramó el agua en honor al Señor

Antes que el pan, me llegan los suspiros; mis gemidos se derraman como el agua.

Nuestra cabeza se ha quedado sin corona. ¡Ay de nosotros; hemos pecado!

»¡Oíd esto, sacerdotes! ¡Pon atención, reino de Israel! ¡Escucha, casa real! ¡Contra vosotros es la sentencia! En Mizpa habéis sido una trampa; en el monte Tabor, una red tendida;




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