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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 6:14

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

La carreta llegó hasta el campo de Josué de Bet Semes, donde había una gran piedra, y allí se detuvo. Entonces la gente del pueblo usó la madera de la carreta como leña, y ofreció las vacas en holocausto al Señor.

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13 Referencias Cruzadas  

―Tome mi señor el rey y presente como ofrenda lo que mejor le parezca. Aquí hay bueyes para el holocausto, y hay también trillos y yuntas que puede usar como leña.

Al día siguiente, el pueblo se levantó de madrugada, construyó allí un altar, y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión.

Eliseo lo dejó y regresó. Tomó su yunta de bueyes y los sacrificó. Quemando la madera de la yunta, asó la carne y se la dio al pueblo, y ellos comieron. Luego partió para seguir a Elías y se puso a su servicio.

Allí construyó un altar al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Entonces el Señor tuvo piedad del país, y se detuvo la plaga que estaba afligiendo a Israel.

Ese mismo día, Gad volvió adonde estaba David y le dijo: «Sube y construye un altar al Señor en la parcela de Arauna el jebuseo».

Me dijo: “Por favor, déjame ir. Mi familia va a celebrar el sacrificio anual en nuestro pueblo, y mi hermano me ha ordenado que vaya. Hazme este favor, y permite que me dé una escapada para ver a mis hermanos”. Por eso es que David no se ha sentado a comer a la mesa del rey.

En esos momentos, Saúl regresaba del campo arreando sus bueyes, y preguntó: «¿Qué le pasa a la gente? ¿Por qué está llorando?» Entonces le contaron lo que habían dicho los habitantes de Jabés.

Luego, sobre la cima de este lugar de refugio, construye un altar apropiado para el Señor tu Dios. Toma entonces la leña del poste de Aserá que cortaste, y ofrece el segundo toro como un holocausto».

Hacedme un altar de tierra, y ofrecedme sobre él vuestros holocaustos y sacrificios de comunión, vuestras ovejas y vuestros toros. Yo vendré al lugar donde os pida invocar mi nombre, y os bendeciré.

Los habitantes de Bet Semes, que estaban en el valle cosechando el trigo, alzaron la vista y, al ver el arca, se llenaron de alegría.

Así mismo, el número de las ratas de oro correspondía al de las ciudades filisteas que pertenecían a los cinco jefes, tanto las ciudades fortificadas como las aldeas sin murallas. Y la gran piedra donde depositaron el arca del Señor permanece hasta el día de hoy, como testimonio, en el campo de Josué de Bet Semes.




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