A estas ciudades se agregaban los pueblos que se contaban hasta los bordes de Balatber, ciudad de Ramat ubicada en el Néguev. Estos fueron los territorios asignados a los clanes de la tribu de Simeón.
Josué envió a unos hombres de Jericó hacia Hai, lugar cercano a Bet Avén, frente a Betel, y les dijo: «Id a explorar la tierra». Fueron, pues, a explorar la ciudad de Hai.
De allí se dirigió a la región montañosa que está al este de Betel, donde armó su campamento, teniendo a Betel al oeste y Hai al este. También en ese lugar erigió un altar al Señor e invocó su nombre.
Dicho esto, Josué envió a los guerreros a preparar la emboscada, y ellos se apostaron entre Betel y Hai, al oeste de la ciudad, mientras él, por su parte, pasaba esa noche con su ejército.
El territorio asignado a los descendientes de José comenzaba en el río Jordán, al este de los manantiales de Jericó; y de allí ascendía hacia la región montañosa de Betel, a través del desierto.