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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 27:10

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Si Aquis le preguntaba: «¿Qué región saqueaste hoy?», David le respondía: «La del sur de Judá»; o bien: «La del sur de Jeramel»; o «La del sur, donde viven los quenitas».

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21 Referencias Cruzadas  

Los descendientes de Hobab el quenita, suegro de Moisés, acompañaron a la tribu de Judá desde la Ciudad de las Palmeras hasta el desierto de Judá, que está en el Néguev, cerca de Arad. Allí habitaron con la gente del lugar.

Los hijos de Jeramel, primogénito de Jezrón, fueron Ram, el mayor, Buná, Orén, Ozén y Ahías.

Hijos de Jezrón: Jeramel, Ram y Quelubay.

Racal, las ciudades de Jeramel, las ciudades quenitas

Héber el quenita se había separado de los otros quenitas que descendían de Hobab, el suegro de Moisés, y armó su campamento junto a la encina que está en Zanayin, cerca de Cedes.

Por lo tanto, dejando la mentira, hablad cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.

Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado.

Aborrezco y repudio la falsedad, pero amo tu ley.

Mantenme alejado de caminos torcidos; concédeme las bondades de tu ley.

Al pasar los soldados de Absalón por la casa, le preguntaron a la mujer: ―¿Dónde están Jonatán y Ajimaz? ―Cruzaron el río —respondió ella. Los soldados salieron en busca de ellos, pero, como no pudieron encontrarlos, regresaron a Jerusalén.

cuando un mensajero llegó y le dijo a Saúl: «¡Apresúrate, que los filisteos están saqueando el país!»

David le respondió: ―Vengo por orden del rey, pero nadie debe saber a qué me ha enviado ni cuál es esa orden. En cuanto a mis hombres, ya les he indicado dónde encontrarnos.

Los quenitas se apartaron de los amalecitas, pues Saúl les dijo: «¡Idos de aquí! Salid y apartaos de los amalecitas. Vosotros fuisteis bondadosos con todos los israelitas cuando ellos salieron de Egipto. Así que no quiero destruiros a vosotros juntamente con ellos».

»¡Sea Jael, esposa de Héber el quenita, la más bendita entre las mujeres, la más bendita entre las mujeres que habitan en tiendas!

Luego miró Balán al quenita y pronunció este oráculo: «Aunque tienes una morada segura y tu nido está sobre las rocas,

cuando volvió a preguntarle: ―¿En serio eres mi hijo Esaú? ―Claro que sí —respondió Jacob.

David no dejaba con vida ni a hombre ni a mujer, pues pensaba que si llevaba prisioneros a Gat lo denunciarían por lo que estaba haciendo. Este fue su patrón de conducta todo el tiempo que estuvo en territorio filisteo.

―Pero ¿qué es lo que he hecho? —reclamó David—. ¿Qué has visto en tu siervo desde el día en que entré a tu servicio hasta hoy? ¿Por qué no me permites luchar contra los enemigos de mi señor y rey?




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