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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 2:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Ana elevó esta oración: «Mi corazón se alegra en el Señor; en él radica mi poder. Puedo celebrar tu salvación y burlarme de mis enemigos.

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37 Referencias Cruzadas  

Pero yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación.

No os inquietéis por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presentad vuestras peticiones a Dios y dadle gracias.

Me has dado las fuerzas de un toro; me has ungido con el mejor perfume.

Porque tú eres su gloria y su poder; por tu buena voluntad aumentas nuestra fuerza.

Alegraos siempre en el Señor. Insisto: ¡Alegraos!

Nosotros celebraremos tu victoria, y en el nombre de nuestro Dios desplegaremos las banderas. ¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones!

para que en las puertas de Jerusalén proclame tus alabanzas y me regocije en tu salvación.

Así mi alma se alegrará en el Señor y se deleitará en su salvación;

Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.

Y no solo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación.

aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!

El Señor es mi fuerza y mi canto; ¡él es mi salvación!

La fidelidad de mi amor lo acompañará, y por mi nombre será exaltada su fuerza.

Miriam les cantaba así: Cantad al Señor, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.

Entonces Moisés y los israelitas entonaron un cántico en honor del Señor, cuya letra decía: Cantaré al Señor, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.

Vosotros le amáis a pesar de no haberle visto; y, aunque no le veis ahora, creéis en él y os alegráis con un gozo indescriptible y glorioso,

Abre, Señor, mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.

El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!

Oración del profeta Habacuc. Según sigionot.

Aniquilaré la altivez de todos los impíos, y exaltaré el poder de los justos.

Mi boca rebosa de alabanzas a tu nombre, y todo el día proclama tu grandeza.

¡Alégrate, oh cielo, por lo que le ha sucedido! ¡Alegraos también vosotros, santos, apóstoles y profetas!, porque Dios, al juzgarla, os ha hecho justicia».

Nos envió un poderoso Salvador en la casa de David su siervo

Matanías hijo de Micaías, hijo de Zabdí, hijo de Asaf, que dirigía el coro de los que entonaban las acciones de gracias en el momento de la oración; Bacbuquías, segundo entre sus hermanos, y Abdá hijo de Samúa, hijo de Galal, hijo de Jedutún.

José es majestuoso como primogénito de toro; ¡poderoso como un búfalo! Con sus cuernos atacará a las naciones, hasta arrinconarlas en los confines del mundo. ¡Tales son los millares de Manasés, las decenas de millares de Efraín!»

»El luto es parte de mi cuerpo; en el polvo tengo enterrada la frente.

¡Él ha dado poder a su pueblo! ¡A él sea la alabanza de todos sus fieles, de los hijos de Israel, su pueblo cercano! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!

Penina, su rival, solía atormentarla para que se enojara, ya que el Señor la había hecho estéril.

Cada año, cuando iban a la casa del Señor, sucedía lo mismo: Penina la atormentaba, hasta que Ana se ponía a llorar y ni comer quería.

Más tarde, todos los de Judá y Jerusalén, con Josafat a la cabeza, regresaron a Jerusalén llenos de gozo porque el Señor los había librado de sus enemigos.

Le has concedido lo que su corazón desea; no le has negado lo que sus labios piden. Selah

Tú, Señor, eres nuestro escudo; tú, Santo de Israel, eres nuestro rey.




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