Saúl le hizo caso a Jonatán, y exclamó: ―Tan cierto como que el Señor vive, te juro que David no morirá.
Aunque juran: “Por la vida del Señor”, de hecho juran en falso».
que desprecia al que Dios reprueba, pero honra al que teme al Señor; que cumple lo prometido aunque salga perjudicado;
―¡Tan cierto como que el Señor vive, te juro que nadie te va a castigar por esto! —contestó Saúl.
¡El Señor y Salvador de Israel me es testigo de que, aunque el culpable sea mi hijo Jonatán, morirá sin remedio! Nadie se atrevió a decirle nada.
Para matar al filisteo arriesgó su propia vida, y el Señor le dio una gran victoria a todo Israel. Tú mismo lo viste y te alegraste. ¿Por qué has de pecar contra un inocente y matar a David sin motivo?
Entonces Jonatán llamó a David y, después de contarle toda la conversación, lo llevó ante Saúl para que estuviera a su servicio como antes.
»¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos!